lunes, 18 de febrero de 2019

Reserva Estatal Cerro Colorado

Cerro Colorado

El día 19 de diciembre del año 2016 es firmado el Decreto y publicado el 20 de octubre de 2017 como <<Decreto del Ejecutivo del Estado, por el que expide la declaratoria del Área Natural Protegida de Jurisdicción Estatal, de la zona de nominada "Cerro Colorado".>>




Sin embargo dentro de los Transitorios, indica que se debe notificar personalmente la Declaratoria por conducto de la Secretaría a los propietarios o poseedores de los predios comprendidos en el Área Protegida, de ser necesario se deberá realizar una segunda publicación, la cual hará las veces de notificación personal, una vez concluido el proceso de notificación, ya publicada la Declaratoria y la descripción analítico-topográfica limítrofe de la zonificación del Área Natural Protegida en el Periódico Oficial del Estado, se deberá inscribir en los Registros Públicos de la Propiedad de los municipios que intervienen en el Área Protegida y en el Registro Agrario Nacional.

La Secretaría formulará entro del plazo de un año, contado a partir de entrada en vigor la Declaratoria, el Programa de Manejo del Área Natural Protegida, dando participación a los habitantes, propietarios, poseedores y detentadores de los predios en ella incluidos, a los Municipios que abarca y a las demás dependencias competentes, a las autoridades federales, así como organizaciones sociales, públicas o privadas y demás personas interesadas.

La Reserva Natural "Cerro Colorado" tiene una superficie de 33,409 Ha, con 404 nodos que conforman la poligonal, se establece una zona de amortiguamiento con una superficie de 29,054 Ha, ocupa 12,509.0389 Ha del Territorio Municipal de Tehuacán. El Cerro Colorado se ubica al noreste de la ciudad de Tehuacán, en la coordenada geográfica centroide UTM (Universal Transversal de Mercator), este 67707.66 m N, norte 204882.166 m E, zona 14 N.


Cerro de la Cruz Fotografía por Claudia Olmos Gómez

El Cerro Colorado declarado Área Natural Protegida “Cerro Colorado”, resulta un lugar bastante interesante, acogedor, con rica historia y vegetación endémica maravillosa.

Esta propuesta de Área Natural Protegida abarca 7 municipios que son Tehuacán, Ajalpan, Nicolás Bravo, Chapulco, San Antonio Cañada, Santiago Miahuatlán, Vicente Guerrero, donde podrás encontrar lugares ricos en flora, fauna y vegetación como El Cerro Colorado, La Hierbabuena, La Zona de Quercus, El Sifón, El Cerro de Honor a México, la Zona Arqueológica La Mesa con una superficie de 123.2765 Ha, la Barranca de la Cañada, donde podrás deleitar la pupila con maravillosos paisajes.

Cerro de la Cruz Fotografía por Claudia Olmos Gómez

Dentro de la zona del Cerro Colorado existen 8 localidades registradas por el INEGI, San Ignacio, Quebradora Santa Mónica, San José Tochapa, San Isidro, Plan San Miguel, Xochitlalpan, El Paraíso de Jesús Segunda Sección y La Huertilla. Este dato es un indicador para saber la población promedio que está directamente relacionada con este territorio, que debe ser capacitada hacia el cuidado y preservación de la biodiversidad, como también son una fuente directa de conocimiento respecto a tradiciones, costumbres, vida silvestre, fauna y demás que puedan ser de utilidad para fortalecer el valor de dicho Patrimonio.

Cerro de la Cruz Fotografía por Claudia Olmos Gómez

El Cerro Colorado se ubica al noreste de la ciudad de Tehuacán, con un alto grado de conservación de sus componentes naturales, como matorral xerofito, selva baja caducifolia y bosques de pino encino en la parte alta y forma parte de la Sierra Negra. En conjunto su vegetación forma un impactante jardín botánico. En la parte alta del Cerro Colorado puedes encontrar vestigios arqueológicos como la mesa.

En la siguiente imagen podemos apreciar el límite municipal de Tehuacán, el Área Natural Protegida "Cerro Colorado".
Fuente: elaboración propia a partir del decreto de Área Natural Protegida.

Entre las muchas cosas es posible admirar se encuentran las siguientes: un área con cobertura vegetal continua, un nivel de composición biótica estable, diferentes tipos de vegetación, poca población humana al interior, vestigios arqueológicos, especies endémicas, etc.

El Río Tehuacán encuentra su camino hacia el occidente del pie del Cerro Colorado de Tehuacán para desembocar en el Valle cerca de San Diego Chalma. A este pequeño río, que se convierte en el Río Salado, se le une un número importante, de tributarios más bien cortos inclinados en la Sierra Madre de Oaxaca hacia el nororiente, y por lo menos más grandes y largos afluentes que drenan la Mixteca Alta que está cortada profundamente hacia el Suroeste. Esta parte del Mesozoico, es más fácilmente estudiada en la región bajo la investigación, ya que está bien expuesta en la Sierra de Zapotitlán y en la parte norte de la Sierra de Acultzingo, al oriente del Cerro Colorado de Tehuacán Cerro de los Cuarteles.


Cerro de la Cruz Fotografía por Claudia Olmos Gómez

El orden cronológico iniciando con el Cretácico Superior y continuando hacia el Cenozoico, la evolución de la Cuenca de Tehuacán fue marcada por los siguientes episodios esenciales: Una fase lateral aproximada consiste de “Conglomerados Rojos” derivados de la erosión amplia de las nuevas cordilleras. A partir de ellas se forman en particular el Cerro Colorado de Tehuacán y el Cerro Colorado de Ajalpan.


Vista de la Ciudad de Tehuacán desde el Cerro Colorado. Fotografía por Claudia Olmos Gómez

El singular color a que debe su nombre este Cerro, sigue el orden cronológico iniciando con el Cretácico Superior y continua hacia el Cenozoico, la evolución de la Cuenca de Tehuacán, deriva de la erosión amplia de las nuevas cordilleras extraordinarios conglomerados rojos. El Cerro Colorado, con el pasar del tiempo ha sido erosionado por los transeúntes, este hecho nos da la pauta a generar una sucesión de procesos simbólicos, hacia el pensar cómo resolver la problemática que amenaza la conservación y preservación de la riqueza natural y cultural de este importante lugar. Su particular geografía da lugar a la formación de microclimas, que permiten la preservación de una variada vegetación. La riqueza de los mantos acuíferos en el subsuelo, van perdiendo poco a poco permeabilidad debido a la erosión la extensión urbana no controlada, erosión que puede reducirse preservando y promoviendo la cobertura vegetal.

Uno puede decir que la erosión progresa al elevar la cuenca del drenaje. En el Valle de Tehuacán esto significa, que poco después de la captura de la cuenca por parte del sistema del Río Papaloapan, la erosión estuvo muy activa en las partes más bajas del valle, alrededor de San Juan de los Cues, en la vecindad de Teotitlán del Camino. La erosión posterior afectó más fuertemente las regiones alrededor de los pueblos de Venta Salada y Coxcatlán, luego Ajalpan y Chilac. Hoy la evidencia más fuerte de erosión se ve en la cercanía de Tehuacán, especialmente en la zona de los “Conglomerados Rojos” Cerro Colorado de Tehuacán. Uno observa ahí la presencia de múltiples hondonadas, o cañadas la Cañada de San Antonio, por ejemplo. Hacia el norte en las cercanías de Tepanco de López, la erosión es más débil, pero se puede predecir su ampliación en el futuro.

El Cerro Colorado es patrimonio natural y cultural, que influye en las tradiciones, emociones y valor sentimental e histórico en la población de la ciudad y localidades aledañas. Dentro de este territorio existen vestigios de arquitectura vernácula y biológica realzan su valor cultural. Es necesario enfatizar, en la necesidad de iniciar un tratamiento especial de conservación en esta zona, por tener inmerso en su territorio vestigios de construcciones antiguas, una zona arqueológica y riqueza histórica. G. Giovannoni en su restauro scientifico, llama la atención al respeto ambiental y la valoración de las arquitecturas menores, en cuanto a restauración de ruinas promovía la protección de las estructuras a los efectos de los agentes atmosféricos, manteniendo una clara diferencia en las restauraciones entre las superficies renovadas y las originales.


El día 6 de diciembre del 2004, se publica en el Diario Oficial de la Federación el Decreto por el que se expropia por causa de utilidad pública una superficie de 126-16-63 hectáreas de agostadero de uso común, de terrenos del Ejido San Diego Chalma, Municipio de Tehuacán, Pue., a favor del Instituto Nacional de Antropología e Historia, quien destinará dichos terrenos ejidales a desarrollar proyectos de investigación arqueológicos, así como la protección, restauración y difusión de monumentos arqueológicos. Dentro de su primer considerando dice a la letra: “Que en la superficie que se expropia se ubica la zona arqueológica denominada La Mesa o Tehuacán Viejo, la que se encuentra protegida legalmente por la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Historia, realizar sus objetivos propios señalados en el artículo segundo de su Ley Orgánica.



 Zona Arqueológica Ndachjian Fotografía por Claudia Olmos Gómez

En la zona arqueológica de referencia se encuentra una concentración importante de vestigios arqueológicos, tales como arquitectura, escultura de barro y pintura mural con casi mil años de antigüedad que de no ser atendidos con prontitud, serán gravemente afectados por la erosión natural, las acciones de saqueo y el crecimiento de la mancha urbana de la Ciudad de Tehuacán; por lo que  es necesaria su conservación, protección y restauración como patrimonio cultural de la Nación, lo cual es posible garantizar plenamente mediante la presente expropiación. En el segundo considerando dice a la letra “en caso de que la superficie expropiada sea destinada a un fin distinto o no sea aplicada en un término de cinco años al objeto de la expropiación, demandará la reversión de la totalidad o de la parte de los terrenos expropiados que no se destine o no se aplique conforme a lo previsto…”

Zona Arqueológica Ndachjian Fotografía por Claudia Olmos Gómez

A lo largo del Cerro Colorado se encuentra un área con cobertura vegetal continua, un nivel de composición biótica estable, diferentes tipos de vegetación, poca población humana al interior, expresiones culturales antiguas, vestigios arqueológicos y paleontológicos e históricos, algunas especies de plantas consideradas endémicas, etc. Por toda la riqueza que esta importante parte del territorio posee, resulta de carácter urgente el manejo sustentable adecuado que le permita ser un éxito más de conservación de la biodiversidad, dando como consecuencia un bienestar de las comunidades directamente relacionadas con los recursos naturales que en esa zona prevalecen y así la zona arqueológica adquiera una protección más vigorosa, para su preservación. La educación ecológica y cultural del gobierno municipal y los habitantes de Tehuacán necesitan fortalecer los conocimientos respecto a la conservación, el manejo de biodiversidad, la restauración ambiental, para mantener en buen estado el Patrimonio Natural del territorio.

Es necesario darle ese tratamiento globalizador y socialmente equitativo de la historia, para con ello conservar su integridad histórica, accesible a la sociedad, garantizando este acceso de una manera positiva a la conservación del lugar y retroalimentación de desarrollo personal a través del conocimiento que se adquiere al conocer su historia. Su valor cultural y social, resulta un vehículo de integración social y legado del pasado donde una comunidad se reconoce y se identifica. Es un Patrimonio Natural que promueve el desarrollo económico y social, como símbolo de una imagen propia hacia el exterior. Jurídicamente es un área totalmente viable a ser objeto de preservación y protección de la biodiversidad, que debe tener un proceso adecuado de restauración y aprovechamiento de manera sustentable. En cuanto a la riqueza hidrológica del valle, es notoria en la parte superficial del acuífero, la cual está constituida por travertinos muy porosos y permeables, con oquedades de gran tamaño, que alimentan a numerosas galerías filtrantes y a manantiales que descargan aguas mineralizadas. Sobresaliendo el aprovechamiento en pozos, norias, manantiales y galerías filtrantes. Parte de la cobertura vegetal más sobresaliente en el Cerro Colorado que se distribuye principalmente sobre lomeríos es el matorral desértico rosetófilo. La peculiar forma de esta vegetación va desde hojas alargadas, carnosas, espinosas, formas de rosetas con tallos. Hechtia, Nolina, Agave, Yucca. En la parte alta del río salado, se localiza una selva muy peculiar donde la presencia de cactáceas columnares y candelabriformes influyen en la fisonomía general.

 Fotografía por Claudia Olmos Gómez

Decretar un área con riqueza biótica como Área Natural Protegida, lo convierte en un lugar accesible a toda la sociedad de una manera ordenada, logrando conservar esos espacios que proveerán un desarrollo personal a través del conocimiento. En términos de educación, promueve una integración entre grupos sociales diversos, resultando un bien colectivo, fortaleciendo el sentimiento de identidad, es parte de la historia que describe de donde proviene una población y le fortalece a crear una idea de hasta dónde pueden llegar. En el ámbito social, algo que caracteriza al cerro es que, en lo alto se construyo una Cruz de cemento, que en su interior tiene una escalera donde la gente puede subir a apreciar el paisaje del Valle de Tehuacán. El día 3 de mayo de cada año, se lleva a cabo una tradición que se ha transmitido de generación en generación, donde la gente peregrina hacia La cruz, entre el grupo no hay distinción de clases, el aspecto urbano, religioso y la tradición se unifican, todos comparten un evento cultural que los identifica. Gente que gusta del deporte, recorre el cerro, cronometrando tiempos, fortaleciendo su capacidad física y compartiendo sin distinción de clases, edades y demás, un deporte afín. Gente que gusta de la historia, de la pintura, de la fotografía, de la creación de sonidos, música, recorren el Cerro, por el simple hecho de sentir bien, durante su apreciación de la belleza, que la naturaleza les brinda, de las imágenes que pueden captar en una fotografía, de aquello que pueden plasmar en un lienzo, de los lugares que pueden describir, de los senderos que pueden recorrer, de la historia que ahí pueden encontrar y que en cada visita encuentran algo diferente, algo único y especial que hace de ese lugar un lugar extraordinario, que promueve una distracción, un cese de estrés de lo cotidiano.

1 comentario:

  1. es lamentable que dentro de dicho proyecto no lleven acabo ciertas consecuencias como por ejemplo la privatización de áreas ejidales, que concebían al sustento de poblaciones enteras

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