viernes, 8 de febrero de 2019

Leyendas de Tehuacán


Leyendas de Tehuacán

He aquí algunas leyendas extraídas del documento "Descripción del Antiguo Plano de Tehuacán, indicando las zonas de influencia de sus principales Historias y Leyendas" 1892-1910:



"La llorona" (Leyenda)
Cuentan que en aquellos tiempos existía "La Hortaliza", una casa de campo, propiedad de la familia  Díaz Ceballos, en aquel lugar habían árboles de aguacate, fresnos, pinos y muchos más, hoy en día es la calle dos norte entre la independencia poniente y la calle 2 oriente.

En este mismo lugar había lavaderos públicos, donde mucha gente iba a lavar su ropa y acarreaban agua de una fuente que estaba en esa esquina; además, corría un cañito de agua; se dice que "La llorona" se aparecía en aquellos lavaderos y muchos escuchaban su lamento que causaba pánico. "Hay mis hijos" se oía; la leyenda dice que se aparece en los lugares donde corre agua, como los ríos, presas, arroyos, etc.

La familia Osorio relata, que en los lavaderos ya era muy común escuchar a "La llorona", cuentan que uno de sus familiares vio como "La llorona", se sentaba en los lavaderos y empezaba a lavarse los pies. Además, cuenta que en la década de los ochentas, Don Lucio Osorio miembro de esa familia era un borracho muy noviero, el trabajaba en la presa del sotolin, para entonces ya habían muerto varias personas en aquella presa, el decía no tener miedo debido a estar siempre ebrio. En muchas ocasiones su suegro Don Pánfilo le advertía, que si seguía llegando borracho se lo iba a llevar "La llorona". Una noche Don Lucio estaba borracho y se le apareció una muchacha, se dio cuenta que era su novia, la muchacha lo llamaba con la mano, él la seguía para abrazarla, pro cada vez que intentaba hacerlo, ella avanzaba unos metros más, hasta darse cuenta que a la que quería abrazar era "La llorona".

LOPEZ, Ma. de Lourdes
"Recopilación con los Ancianos de la 3ra Edad INSEN"

"Eusebio Ceja Nesma" (Historia)
Nació en 1880 en una pequeña aldea al norte de Líbano  llamada Deka Kafra. Sus padres fueron Don Juan Ceja y Doña Nesma, pilares ambos de una familia profundamente religiosa.

Tiempo después contrajo matrimonio con la señorita María Miguel Kuri, libanesa también, tuvieron tres hijos; su matrimonio duro muy poco, pues su esposa enfermó de influenza, que era una especie de gripe, esta enfermedad en forma de epidemia invadió Tehuacán. Su velorio fue muy triste debido al temor del contagio, únicamente acompañaron a Don Eusebio y a sus hijos, sus hermanos Juan, Susana y su cuñada Clarita.

Don Eusebio era de esas personas de hacer el bien a los demás, pasó gran parte de su vida en la cruz roja; a veces como ambulante, a ratos en la administración, sin importar si era día festivo o tiempo de descanso.

Don Eusebio tenía la habilidad de curar los "mezquinos", con solo anotar el número de ellos en un pequeño papel, y efectivamente los curaba, por esta misma razón en la actualidad, mucha gente visita su cripta, escribiendo en un papel sus peticiones y enterrándolas para tener alivio sobre ellas.

A petición de un gran número de personas agradecidas, la rotonda que se encuentra frente al panteón municipal lleva el nombre de tan ilustre personaje.

GAMEZ ANDRADE, Juan Manuel;
Imágenes y Remembranzas Club Rotario Tehuacán primera Edición marzo 1996;
Tehuacan, Pue. P.276


"Pata Loca" (Historia)
Pata Loca era el apodo de Don Rafael Uriarte, del que se decía que tenía una "Puntadas", que no eran verdaderas, desde pasar como roble hasta lanzarse desde una torre de la iglesia del Calvario para probar que un simple paraguas abierto podía servir de paracaídas. Lógicamente que el impacto fue brutal, quebrándose una pierna y ganándose dicho apodo. También Don Rafael tenía la habilidad suficiente para lograr muchas cosas que se proponía o le eran encomendadas. Esta persona era hermano de la Señora Carmen Uriarte Herrero.

"La almohada de la muerta" (Leyenda)
Una vez instalados en ese místico lugar los soldados se dedicaron a hacer inconcebibles profanaciones y tremendas hecatombes que en nuestras costumbres introdujo la revolución que estalló en 1910, se prestan a la propagación de infinidad de hechos legendarios, unas veces chuscos, otros trágicos, macabros y hasta chocarreros. Uno de estos sucedió en Tehuacán durante el periodo revolucionario; exactamente en la época en que se encontraban acantonadas las fuerzas revolucionarias comandadas por el general Margarito Puente, en las minas del Calvario y sus anexos, que prácticamente estaban abandonadas por su propietario, don Ambrosio del Moral. Excavaciones hechas a diestra y siniestra con la intención e ilusión de hallar algún tesoro ó alguna tumba de gente adinerada que tenía la costumbre de enterrar a sus familiares con sus mejores y sus más valiosas joyas.

Cuando los soldados encontraban una lapida en las capillas o en los cementerios con esas características, la exhumación se imponía rápidamente, propiciando con esta búsqueda precipitante que muchos restos mortales que habían sido venerados por sus familiares y por la humanidad, cabalgasen en una en una exposición macabramente chocarrera; unos figuraban trágicamente sobre los braceros y cacharros, otros, en fétido amontonamiento se hallaron junto a las esteras y lechos revolucionarios y hubo otros que arrastrados por las carnes propagarían aun mas su odisea, bien llegando hasta el centro de la ciudad o bien en los basureros, zanjas y demás muladares vericuetos de los alrededores.

Entre los restos condenados a esta macabra profanación, figuraron los de la señora Dolores Zamacona de Lazurtegui, cuyo ataúd con todo y su forro de zinc empezó a rodar por la ruinas solitarias del calvario como un guiñapo que no alcanzo a cubrir con su respetabilidad, la tan degenerada piedad humana. Cuentan que, cuando este hecho y los demás se hicieron del conocimiento del General Puente, este al averiguar los sucesos, un oficial le contesto paladinamente: "Si mi General, y por mas señas yo duermo sobre la almohada de la muerta". Era una magnifica almohada hecha de plumas de gorriones que soIicitadamente había sido colocada en el ataúd por los deudos de Doña Dolores. Otro hecho curioso que sucedió en el Calvario, tuvo como protagonista a Don José Luis Ituarte, residente en la ciudad de México y quien tenía sepultado en una de las capillas del Calvario, los restos de su padre al cual le tenía una veneración extrema. Tan pronto como supo de las depredaciones que estaban haciendo los soldados en ese lugar, de inmediato llego a esta ciudad y acompañado de Don Ambrosio del Moral acudió al lugar donde se hallaban los restos de su padre, encontrándose que la lapida del sepulcro estaba levantada, pero la profanación no se había realizado a pesar de que el cadáver había sido inhumado con costosas joyas que aún conservaba.

El Sr. Ituarte incrédulo, pero feliz regreso a la capital del país con los restos venerados de su señor padre.

GAMEZ ANDRADE, Juan Manuel.
“Dos leyendas de Tehuacán”; Revista Sin Barrera,
26 de febrero de 1997, Tehuacán, Pue. P.7


Otras Leyendas Otras Leyendas

Los Dientes del Mounstro

Origen:  Para poder dotar  de agua a lo que es el Ex Convento de San Francisco pero durante la excavación  se encontrarón con algunos fósiles y con dos dientes, al observarlos la población decía que eran de un moustro y las personas que realizaban la obra escuchaban rugidos de fieras y una especie de enormes retumbos precedidos de fuertes temblores.

Descripción completa:

En la última década del siglo anterior vivía en el Ex - Convento de San Francisco el piadoso y célebremente querido Fray Antonio de Varela y Bazan, último vestigio del poder de los franciscanos en Tehuacán. Entre los hechos que más impresión causaban en el ánimo de este pastor, figuraba el temor por los incendios.

Fray Antonio tenía su despacho precisamente en el lugar que hoy ocupa la entrada principal al antiguo Ex -Convento, lo que conocemos como el atrio de la iglesia franciscana. Impulsado por su temor a los incendios y aunque ya tenía diversas cañerías para dotarse del servicio de agua, pensó en mandar a abrir un pozo, de donde obtendría él vital liquido en mayor abundancia y "para estar preparados tal caso de algún siniestro" comentaba el citado fraile quién imagino que con una excavación no mayor a los cuarenta metros lograría su intento; y tras varias consultas con gentes que comúnmente ayudaban a la iglesia, puso manos a la obra.

La perforación del pozo había empezado a levantar la capa terrosa y cuando llegaron a los límites del subsuelo arenoso, se percataron que era demasiado duro: por lo que tuvo que recurrirse a una especie de cierra para continuar con los trabajos. La oración continuaba, pero el agua no aparecía a pesar de los constantes rezos y ruegos de Fray Antonio, el cual comprendía que todo ello se debía al nivel en que se ubicaba el edificio franciscano.

Los albañiles y gentes que se habían prestado a ayudar en la obra después de haber sacado grandes cantidades de arena, recomendaron al sacerdote que la utilizara en construir otros departamentos y reparar aquellos que estaban en estado casi de ruina. En eso estaban los obreros, cuando una mañana se dieron cuenta de un curioso hallazgo: entre varios restos de huesos fosilizados encontraron dos dientes que se presumían eran molares. Tenían coma ocho o nueve decímetros de largo y dos de diámetro.

Mucho se discutió en aquél entonces sobre el origen e inducciones científicas a que pudiera dar lugar ésa para entonces celebre reliquia; de una cosa si estuvieron todos seguros, que su existencia databan de tiempos inmemorables. Pero nada en concreto se logro saberse en su momento. Los dientes fueron guardados celosamente por Fray Antonio, quien se negaba rotundamente a aceptar que estos hubiesen pertenecido a algún mounstro; coma ya se había divulgado entre la población.

Los obreros por su parte contaron a sus familiares y amigos que en la profundidad del pozo, hasta donde iban los trabajos, sentían al bajar un aire frío que recorría sus cuerpos, para después escuchar con claridad rugidos de fieras y una especie de enormes retumbos precedidos de fuertes temblores. Todas estas extrañas circunstancias provocaron que los albañiles y obreros decidieran renunciar a continuar perforando, lo cual causa tremenda contrariedad en el fraile franciscano, quién a pesar de haberles explicado que los dientes pudieron haber pertenecido a algún animal prehistórico, no logro convencerlos de regresar a sus labores.

Fray Antonio de Varela hizo este descubrimiento en el año de 1888 y a pesar de haber guardado los dientes del presunto mounstro, nunca se supo de su paradero. Finalmente para acabar con estos rumores, se resolvió tapar el pozo con una enorme laja, la cual quedo exactamente debajo de lo que fue el foro del teatro Olimpia que estuvo a donde hoy se encuentra el atrio del templo franciscano.

Ubicación: Sobre la calle Agustin Acacho y 1 oriente

El Ángel

Origen: En el manantial Axoxopan, se podía observar a un niño con alas de ángel que hacia un recorrido por todo el lago, que a veces se le veía flotar y otras volar, permanecía algunas horas durante el día, después se elevaba volando hacia el infinito hasta perderse de vista, hasta que desapareció el lago, por lo que los señores González, decidieron perpetuar al ángel celestial en las etiquetas de agua mineral.

Descripción completa:
El Manantial de Peñafiel tiene una hermosa leyenda. En tiempos muy lejanos se dice que era un lago muy hermoso y de las entrañas de la tierra saltaba el agua que lo alimentaba, a él llegaban muchas aves de diferentes colores, mismas que entonaban sus cantos alrededor del lago; algunas anidaban en los árboles de la orilla, otras en los más cercanos. Contaban que al lado oriente llegaba un niño muy hermoso caminando en el lago; éste niño tenía alas por lo que algunas veces se le veía flotar y otras volar. Hacía su recorrido por todo el lago y llegaba al recodo del cerro donde está el manantial de Axoxopan. Aquí permanecía algunas horas durante el día, de éste lugar se levantaba volando hacia el infinito, hasta perderse de la vista de los pobladores. A la llegada de los españoles ya no existía el lago, pues había dejado de existir muchos miles de años atrás. Los señores González, de origen español, al saber de la leyenda, quisieron perpetuar la existencia de aquel hermoso niño "ángel celestial", según la leyenda conocida en San Lorenzo Teotipilco. En 1942 imprimieron, en una etiqueta de agua mineral, la imagen del ángel saliendo del pie del manantial de Axoxopan. 

Ubicación: Balneario Egidal de San Lorenzo Teotipilco


El Calvario

Origen:  La construcción del convento del Calvario se hizo por parte de los vecinos quiénes hicieron la solicitud, pero no se obtuvo apoyo  así que el señor Joaquín pago la obra y junto a ella sembraron árboles en el Jardín Guadalupe, donde cada una tiene historia y nombre.

Descripción Completa:

La construcción antigua del convento del Calvario fue idea del hijo de Don Juan del Moral, el Sr. Joaquín del Moral Beristaín, quién entusiasmo a varios vecinos e hicieron la solicitud de licencia, la cual se les concedió el 30 de junio de 1757; en ella se hacía mención de esta construcción y la de las estaciones o ermitas de la vía sacra.

No obstante el haber obtenido permiso, no recibió apoyo por parte de quiénes ofrecieron ayuda y de su propio peculio sufragó los gastos de la obra para no quedar en ridículo, por ello el Señor Obispo de Puebla D. Dongo Pantaleón  Álvarez de Abreu, le concedió el patronato del calvario el 11 de febrero de 1760, esto con facultad para nombrar sucesores.

En la actualidad lo que es la capilla del Calvario o Iglesia de Guadalupe fue construida por el señor Benito Flores Mejía quién también fue la persona que sembró los árboles del jardín Guadalupe, dato que fue obtenido de la Srita. Mary Adame sobrina de éste personaje quién además comento que cada árbol que está sembrado tiene su propia historia y un nombre pero se desconocen.

Ubicación: Sobre la calle 3 sur y 17 oriente.


Los príncipes Reales de Japón

Origen: En el Jardín  de Zapotitlán donde un grupo de japoneses  lo  visitaron  para esparcir las cenizas del la Dr. Helia Bravo Hollins quién fuera una persona muy importante para ellos.

Descripción Completa:


Evento muy importante que ocurrió en medio de un gran dispositivo de seguridad fue cuando los príncipes reales del Japón visitaron el jardín botánico con el objetivo de esparcir las cenizas del que fuera su profesor de botánica, cumpliendo así con su último deseo.

Fue gracias a las investigaciones de la Dra. Helia Bravo Hollins y a su tesis “Contribución  al conocimiento de las cactáceas de Tehuacán" que el jardín botánico de Zapotitlán Salinas en la Región de Tehuacán adquiere relevancia mundial hecho que marco el interés de aquel profesor de botánica por estas tierras lejanas del oriente.

Ubicación: Carretera Federal Tehuacán - Huajuapan a kilómetro y medio de las salinas.


Saqueo de las Cactáceas

Origen: En la Zona de la Reserva de la Biosfera Tehuacán - Cuicatlán con un permiso federal un grupo de japoneses se llevaron  cactáceas provocando un saqueo indiscriminado de especies de la zona.

Descripción Completa:

Se cuenta que en la década de los noventas japoneses vinieron a la Ciudad de Tehuacán a la zona conocida como la Reserva de la   Biosfera Tehuacán - Cuicatlan, con un permiso federal para recoger tres especies de cada una de las existentes, las cuales son aproximadamente unas 2000 mil diferentes, con lo que se provoco un saqueo indiscriminado de las cactáceas.

Ubicación: Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán


Las Barbuditas

Allá por 1890 vivieron en la segunda calle del suspiro las señoritas Josefa e Isabel Rouaix, modistas de profesión, mismas que en esa época fueron muy populares, primeramente entre la crema y nata de la sociedad por sus magnificas confecciones realizadas al estilo francés, y también entre el vulgo porque en su rostro tenían abundante vello, lo que les valió el mote de “Las Barbuditas”. Además, Isabel era muy chaparrita y Josefa muy alta, y cuando algo o alguien estaba desproporcionado le decías: te pareces a las Rouaix. Estas populares modistas fueron tías de Pastor Rouaix, a quien inclusive le costearon sus estudios superiores en la capital del país.
En la actualidad la casa está ubicada en la calle 2 norte entre la Avenida Independencia Norte y 2 Oriente, junto a lo que es el Seguro viejo.

Castillo Gámez, Luis; et. al.; Imágenes y remembranzas Club Rotario Tehuacán Primera Edición, Marzo 1996; Tehuacán, Puebla, P.256

La Casa Blanca


Dice la historia narrada por la señora María de Lourdes López, directora de la Biblioteca Municipal, persona a la que le contaron la historia ancianos del grupo del Instituto Nacional de la Senectud (INSEN), que enfrente de los lavaderos había una casa “La Casa Blanca”, donde vivían un español con su hija, a quien no dejaba salir a la calle y siempre estaba en su casa. Tenían un mozo y era la única persona que conocía a la muchacha, ella se enamoro de él y el mozo de ella, el papá  no sabía del romance, pero cuando se enteró, mando al mozo a que hiciera un hoyo muy hondo al final del patio. Se dice que el patrón le dio de palos hasta matarlo enterrándolo en el mismo hoyo, la muchacha lloraba todos los días, mañana, tarde y noche; la gente al escucharla a diario, empezó a decir; voy a ir por la Calle del Suspiro.

Esta casa se encuentra frente a lo que conocemos como el Seguro Viejo, en una de las calles que todavía guarda su nombre original: “Calle 2 norte o Calle del Suspiro”, la cual comprende desde la 2 norte hasta el Panteón Municipal.

INSEN actualmente INAPAM por sus siglas Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores.

López, Ma. De Lourdes: “Recopilación con los Ancianos de la 3ra Edad (INSEN)

 

Don Lupito


En el año de 1833, cuando el cólera morbus hizo su aparición en la ciudad de Tehuacán, vivía un señor conocido como “Don Lupito”, quien fue víctima de esta terrible enfermedad.

Dándose por muerto, fue arrojado a una zanja que se abrió en el panteón de San Juan de Dios; pero no había muerto, sintiéndose vivo, escapo de entre los muertos y para no dar una gran sorpresa a su familia, se ausento de la ciudad y al poco tiempo les escribió, narrando su increíble odisea.

Volvió a Tehuacán y desde entonces lo conocieron como “Don Lupito el Muerto”, siendo muy popular por este macabro hecho. En la actualidad aun se encuentra parte de lo que fue el panteón de San Juan de Dios localizado en la esquina de la calle 2 oriente y siete norte.
  
Castillo Gámez, Luis., et.al., Imágenes y Remembranzas, Club Rotario Tehuacán Primera Edición Marzo 1996; Tehuacán, Puebla, P.256.


El Caballote

El Señor Valentín Arroyo Jr.  Por ser sumamente alto tenía el apodo de “El Caballote”, este muchacho al oponerse a las tropas de Higinio Aguilar cuando tomaron a la fuerza la plaza y al saqueo indiscriminado del almacén de ropa la Barata, donde laboraba, se lo llevaron detenido, queriéndolo fusilar por los terrenos del Calvario.

Afortunadamente para él, un gran número de personas lo fueron siguiendo, logrando rescatarlo con vida. De tal manera que la gente decía, que cuando alguien escapaba de alguna situación embarazosa “Tienes la suerte del Caballote”

Nagua Blanca

Fue el cargador de número (porque los cargadores antes usaban una placa del ayuntamiento con su número, para controlarlos debidamente y para seguridad de sus clientes) que vino procedente de Altepexi. Usaba un calzón bastante pegado de arriba y muy ancho de abajo, parecido al pantalón “Balón” que se usó hace algunas décadas. Todos los chamacos le silbaban o le gritaban por su apodo y éste contestaba con un prolongado recordatorio materno.

Este personaje se paraba a esperar sus cargas en lo que actualmente es la Avenida Independencia Poniente, frente al Hotel México hoy almacenes García antes puerto de Barcelona.

El catorce fuerzas

Don Arcadio Hernández, era conocido como “El catorce fuerzas”, de oficio albañil, pero que ya no trabajaba en ello, sino que deambulaba por las calles cargando bultos y haciendo mandados, diciendo versos a cambio de unas monedas que le regalaban las personas, teniendo una infinidad de versos que tal vez improvisaba, uno de sus versos decía:

“Verdes limones del río
Rosales de la cañada,
Dime que tienes Dios mío
Que no te consuela nada,
Estás como flor del rocío
Que siempre esta marchitada”

El Taxista

Uno de los aconcetimientos que vino a cambiar la vida de nuestra ciudad fue el hecho que sucedió el 19 de noviembre de 1991, una de las tragedias que se dieron a conocer en el ámbito nacional “El Trenazo”. Un accidente que provocó la muerte a muchas personas, el tren había perdido el control hasta descarrillarse en la curva de una de las Avenida más transitadas y muy cerca de dos escuelas primarias, en el momento en que el tren se descarriló provocó la muerte de muchas personas a su paso; a once años de este trágico acontecimiento, muchas historias han surgido, algunas de ellas son contadas por taxistas, entre las más frecuentes destaca la de una mujer que les pide la parada en una parte de la Avenida de las Américas (lugar de la tragedia) y que al momento de recogerla unas cuadras más adelante se dan cuenta que ha desaparecido provocándoles momentos más tarde un gran vómito, al grado de que algunos de ellos han tenido que ser hospitalizados, enterándose que aquella mujer a la que habían recogido había muerto en aquel terrible accidente; se cree que puede ser un alma en pena que no ha podido descansar en paz, o no ha terminado su labor en este mundo.

La Ex – Hacienda San Lorenzo

La Hacienda San Lorenzo a fines del siglo XIX era propiedad de Don Juan Díaz Ceballos y de Doña Concepción Esperón Caminero. Era una de las fincas más extensas del municipio, con 684 hectáreas de terrenos de riego y 178 de bosques, la cual producía anualmente maíz y trigo, también se sacrificaban 12 mil cabezas de ganado cabrío.

Se cuenta que la capilla de la Ex – Hacienda, donde hasta últimas fechas se realiza la tradicional matanza, a las doce de la noche se abren las puertas y la capilla hace una rotación de oriente a poniente, y que está protegida por un par de leones con cara de ángel que salen de noche. Su adorno son unas gárgolas y una cruz que está rota a causa de la caída de un rayo, en la actualidad la podemos observar en donde están las ruinas de esta hacienda y podemos comprobar cómo está ubicada la entrada de la capilla al oriente y al mismo tiempo darnos cuenta de un dato algo extraño, todas las Iglesias de Tehuacán tienen su entrada principal hacia el poniente o hacia el norte.

Actualmente la orientación de las Iglesias en Tehuacan es variada, entre las principales destacan La Catedral con orientación al norte, El Carmen orientación al Poniente, San Francisco con orientación al poniente, El Calvario con orientación al Poniente, San José Obrero con orientación al poniente, Cristo Rey con orientación al sur, etc.

Catedral, “El Milagro”

Se debe mencionar que el título de Catedral le fue otorgado hasta 1966 con la llegada de nuestro primer obispo Rafael Ayala y Ayala. Anteriormente era una capilla donde solamente se podían recibir los sacramentos por ser una de las principales en nuestra ciudad, ésta estaba consagrada a la Virgen de la Inmaculada Concepción y Cueva y de ahí su nombre, alrededor del cual surgen algunas leyendas sobre su origen, una de ellas cuenta que lo de Cueva, le viene porque la Virgen fue encontrada por uno de los entonces pobladores de la ciudad en una cueva del Cerro Colorado, desde entonces surge el culto a ella y la inmensa fe que tenían todos los pobladores de la ciudad dieron pauta para que la capilla llevara su nombre “Inmaculada Concepción y Cueva”, mismo que conserva hasta nuestros días.



Palacio Municipal, “El Mural”

Durante la década de los ochenta para darle mayor presencia al palacio municipal de Tehuacán se decide iniciar la obra que hasta nuestros días es símbolo de este edificio, el mural conocido como “Tehuacán y sus Cinco Regiones”, obra que fue encargada a los hermanos Luis Ángel, Santiago y Rutilio Carpinteyro Pacheco. Una historia cuenta que durante los trabajos de pintura de este mural ocurrió un terrible hecho frente al palacio municipal, mientras ellos trabajaban presenciaron como fue apuñalado un joven enamorado de una de las hijas de una familia muy acomodada misma que se presume mando a asesinarlo para evitar aquel romance. Este suceso fue plasmado por los hermanos Carpinteyro en la parte del mural que corresponde a la imagen del parque Juárez donde en una banca aparece una pareja bajo la cual se encuentra una mancha roja simbolizando aquella tragedia.


Zona Arqueológica La Mesa, “El Policía”

La zona arqueológica está situada a unos 5 kilómetros al oriente de Tehuacán, sobre la parte superior de un cerro donde se forma una meseta o mesa. Se desplanta a una altura de 1620 m.s.n.m en medio de una vegetación de clima semiárido, desde la montaña se brinda una inmejorable vista del valle. En este lugar se cuenta una leyenda acerca de un policía que murió en una de las pirámides, se dice que cuando este policía estaba dando sus rondines por la zona arqueológica debido a que se encuentran resguardadas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), decidió tomar un descanso pero lo venció un extraño sueño hasta que al otro día al hacerse el cambio de turno sus compañeros se dieron cuenta que estaba agonizando y en su agonía mencionaba que unas personas con penacho le hablaban y danzaban a su alrededor, después de dicho comentario falleció, se cree que fueron los antiguos popolocas quienes le quitaron el alma con lo que se provoco su muerte, en la actualidad si se visita esta zona arqueológica se puede ubicar este lugar al observar la cruz sobre la pirámide.


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