Leyendas de Tehuacán
He aquí algunas leyendas extraídas del documento
"Descripción del Antiguo Plano de Tehuacán, indicando las zonas de
influencia de sus principales Historias y Leyendas" 1892-1910:
"La llorona" (Leyenda)
Cuentan que en aquellos tiempos existía "La Hortaliza", una
casa de campo, propiedad de la familia Díaz Ceballos, en aquel lugar
habían árboles de aguacate, fresnos, pinos y muchos más, hoy en día es la calle
dos norte entre la independencia poniente y la calle 2 oriente.
En este mismo lugar había lavaderos públicos, donde mucha gente iba a
lavar su ropa y acarreaban agua de una fuente que estaba en esa esquina;
además, corría un cañito de agua; se dice que "La llorona"
se aparecía en aquellos lavaderos y muchos escuchaban su lamento que causaba
pánico. "Hay mis hijos" se oía; la leyenda dice que se aparece en los
lugares donde corre agua, como los ríos, presas, arroyos, etc.
La familia Osorio relata, que en los lavaderos ya era muy común escuchar
a "La llorona", cuentan que uno de sus familiares vio como "La
llorona", se sentaba en los lavaderos y empezaba a lavarse los pies.
Además, cuenta que en la década de los ochentas, Don Lucio Osorio miembro de
esa familia era un borracho muy noviero, el trabajaba en la presa del sotolin,
para entonces ya habían muerto varias personas en aquella presa, el decía no
tener miedo debido a estar siempre ebrio. En muchas ocasiones su suegro
Don Pánfilo le advertía, que si seguía llegando borracho se lo iba a
llevar "La llorona". Una noche Don Lucio estaba borracho y se le
apareció una muchacha, se dio cuenta que era su novia, la muchacha lo llamaba
con la mano, él la seguía para abrazarla, pro cada vez que intentaba hacerlo,
ella avanzaba unos metros más, hasta darse cuenta que a la que quería abrazar
era "La llorona".
LOPEZ, Ma. de Lourdes
"Recopilación con los Ancianos de la 3ra Edad
INSEN"
"Eusebio Ceja Nesma"
(Historia)
Nació en 1880 en una pequeña aldea al norte de Líbano llamada
Deka Kafra. Sus padres fueron Don Juan Ceja y Doña Nesma, pilares ambos de una
familia profundamente religiosa.
Tiempo después contrajo matrimonio con la señorita María Miguel Kuri,
libanesa también, tuvieron tres hijos; su matrimonio duro muy poco, pues su
esposa enfermó de influenza, que era una especie de gripe, esta enfermedad en
forma de epidemia invadió Tehuacán. Su velorio fue muy triste debido al temor
del contagio, únicamente acompañaron a Don Eusebio y a sus hijos, sus hermanos
Juan, Susana y su cuñada Clarita.
Don Eusebio era de esas personas de hacer el bien a los demás, pasó gran
parte de su vida en la cruz roja; a veces como ambulante, a ratos en la
administración, sin importar si era día festivo o tiempo de descanso.
Don Eusebio tenía la habilidad de curar los "mezquinos", con
solo anotar el número de ellos en un pequeño papel, y efectivamente los curaba,
por esta misma razón en la actualidad, mucha gente visita su cripta,
escribiendo en un papel sus peticiones y enterrándolas para tener alivio sobre
ellas.
A petición de un gran número de personas agradecidas, la rotonda que se
encuentra frente al panteón municipal lleva el nombre de tan ilustre personaje.
GAMEZ ANDRADE, Juan Manuel;
Imágenes y Remembranzas Club Rotario Tehuacán
primera Edición marzo 1996;
Tehuacan, Pue. P.276
"Pata Loca" (Historia)
Pata Loca era el apodo de Don Rafael Uriarte, del que se decía que tenía
una "Puntadas", que no eran verdaderas, desde pasar como roble hasta
lanzarse desde una torre de la iglesia del Calvario para probar que un simple
paraguas abierto podía servir de paracaídas. Lógicamente que el impacto fue
brutal, quebrándose una pierna y ganándose dicho apodo. También Don
Rafael tenía la habilidad suficiente para lograr muchas cosas que se proponía o
le eran encomendadas. Esta persona era hermano de la Señora Carmen Uriarte
Herrero.
"La almohada de la muerta"
(Leyenda)
Una vez instalados en ese místico lugar los soldados se dedicaron a
hacer inconcebibles profanaciones y tremendas hecatombes que en nuestras
costumbres introdujo la revolución que estalló en 1910, se prestan a la
propagación de infinidad de hechos legendarios, unas veces chuscos, otros
trágicos, macabros y hasta chocarreros. Uno de estos sucedió en Tehuacán
durante el periodo revolucionario; exactamente en la época en que se
encontraban acantonadas las fuerzas revolucionarias comandadas por el general
Margarito Puente, en las minas del Calvario y sus anexos, que prácticamente
estaban abandonadas por su propietario, don Ambrosio del Moral. Excavaciones
hechas a diestra y siniestra con la intención e ilusión de hallar algún tesoro
ó alguna tumba de gente adinerada que tenía la costumbre de enterrar a sus
familiares con sus mejores y sus más valiosas joyas.
Cuando los soldados encontraban una lapida en las capillas o en los
cementerios con esas características, la exhumación se imponía rápidamente,
propiciando con esta búsqueda precipitante que muchos restos mortales que
habían sido venerados por sus familiares y por la humanidad, cabalgasen en una
en una exposición macabramente chocarrera; unos figuraban trágicamente sobre
los braceros y cacharros, otros, en fétido amontonamiento se hallaron junto a
las esteras y lechos revolucionarios y hubo otros que arrastrados por las
carnes propagarían aun mas su odisea, bien llegando hasta el centro de la
ciudad o bien en los basureros, zanjas y demás muladares vericuetos de los
alrededores.
Entre los restos condenados a esta macabra profanación, figuraron los de
la señora Dolores Zamacona de Lazurtegui, cuyo ataúd con todo y su forro de
zinc empezó a rodar por la ruinas solitarias del calvario como un guiñapo que
no alcanzo a cubrir con su respetabilidad, la tan degenerada piedad humana.
Cuentan que, cuando este hecho y los demás se hicieron del conocimiento del
General Puente, este al averiguar los sucesos, un oficial le contesto
paladinamente: "Si mi General, y por mas señas yo duermo sobre la almohada
de la muerta". Era una magnifica almohada hecha de plumas de gorriones que
soIicitadamente había sido colocada en el ataúd por los deudos de Doña Dolores.
Otro hecho curioso que sucedió en el Calvario, tuvo como protagonista a Don
José Luis Ituarte, residente en la ciudad de México y quien tenía sepultado en
una de las capillas del Calvario, los restos de su padre al cual le tenía una
veneración extrema. Tan pronto como supo de las depredaciones que estaban
haciendo los soldados en ese lugar, de inmediato llego a esta ciudad y
acompañado de Don Ambrosio del Moral acudió al lugar donde se hallaban los
restos de su padre, encontrándose que la lapida del sepulcro estaba levantada,
pero la profanación no se había realizado a pesar de que el cadáver había sido
inhumado con costosas joyas que aún conservaba.
El Sr. Ituarte incrédulo, pero feliz regreso a la capital del país con
los restos venerados de su señor padre.
GAMEZ ANDRADE, Juan Manuel.
“Dos leyendas de Tehuacán”; Revista Sin Barrera,
26 de febrero de 1997, Tehuacán, Pue. P.7
Otras Leyendas Otras Leyendas
Los Dientes del Mounstro
Origen: Para poder dotar de agua a lo que es el Ex
Convento de San Francisco pero durante la excavación se encontrarón con
algunos fósiles y con dos dientes, al observarlos la población decía que eran
de un moustro y las personas que realizaban la obra escuchaban rugidos de
fieras y una especie de enormes retumbos precedidos de fuertes temblores.
Descripción completa:
En la última década del siglo anterior vivía en el Ex - Convento de San
Francisco el piadoso y célebremente querido Fray Antonio de Varela y Bazan,
último vestigio del poder de los franciscanos en Tehuacán. Entre los hechos que
más impresión causaban en el ánimo de este pastor, figuraba el temor por los
incendios.
Fray Antonio tenía su despacho precisamente en el lugar que hoy ocupa la
entrada principal al antiguo Ex -Convento, lo que conocemos como el atrio de la
iglesia franciscana. Impulsado por su temor a los incendios y aunque ya tenía
diversas cañerías para dotarse del servicio de agua, pensó en mandar a abrir un
pozo, de donde obtendría él vital liquido en mayor abundancia y "para
estar preparados tal caso de algún siniestro" comentaba el citado fraile
quién imagino que con una excavación no mayor a los cuarenta metros lograría su
intento; y tras varias consultas con gentes que comúnmente ayudaban a la
iglesia, puso manos a la obra.
La perforación del pozo había empezado a levantar la capa terrosa y
cuando llegaron a los límites del subsuelo arenoso, se percataron que era
demasiado duro: por lo que tuvo que recurrirse a una especie de cierra para
continuar con los trabajos. La oración continuaba, pero el agua no aparecía a
pesar de los constantes rezos y ruegos de Fray Antonio, el cual comprendía que
todo ello se debía al nivel en que se ubicaba el edificio franciscano.
Los albañiles y gentes que se habían prestado a ayudar en la obra
después de haber sacado grandes cantidades de arena, recomendaron al sacerdote
que la utilizara en construir otros departamentos y reparar aquellos que
estaban en estado casi de ruina. En eso estaban los obreros, cuando una mañana
se dieron cuenta de un curioso hallazgo: entre varios restos de huesos
fosilizados encontraron dos dientes que se presumían eran molares. Tenían coma
ocho o nueve decímetros de largo y dos de diámetro.
Mucho se discutió en aquél entonces sobre el origen e inducciones
científicas a que pudiera dar lugar ésa para entonces celebre reliquia; de una
cosa si estuvieron todos seguros, que su existencia databan de tiempos
inmemorables. Pero nada en concreto se logro saberse en su momento. Los dientes
fueron guardados celosamente por Fray Antonio, quien se negaba rotundamente a
aceptar que estos hubiesen pertenecido a algún mounstro; coma ya se había
divulgado entre la población.
Los obreros por su parte contaron a sus familiares y amigos que en la
profundidad del pozo, hasta donde iban los trabajos, sentían al bajar un aire
frío que recorría sus cuerpos, para después escuchar con claridad rugidos de
fieras y una especie de enormes retumbos precedidos de fuertes temblores. Todas
estas extrañas circunstancias provocaron que los albañiles y obreros decidieran
renunciar a continuar perforando, lo cual causa tremenda contrariedad en el
fraile franciscano, quién a pesar de haberles explicado que los dientes
pudieron haber pertenecido a algún animal prehistórico, no logro convencerlos
de regresar a sus labores.
Fray Antonio de Varela hizo este descubrimiento en el año de 1888 y a
pesar de haber guardado los dientes del presunto mounstro, nunca se supo de su
paradero. Finalmente para acabar con estos rumores, se resolvió tapar el pozo
con una enorme laja, la cual quedo exactamente debajo de lo que fue el foro del
teatro Olimpia que estuvo a donde hoy se encuentra el atrio del templo
franciscano.
Ubicación: Sobre la calle Agustin Acacho y 1 oriente
El Ángel
Origen: En el manantial Axoxopan, se podía observar a un niño con alas
de ángel que hacia un recorrido por todo el lago, que a veces se le veía flotar
y otras volar, permanecía algunas horas durante el día, después se elevaba
volando hacia el infinito hasta perderse de vista, hasta que desapareció el
lago, por lo que los señores González, decidieron perpetuar al ángel celestial
en las etiquetas de agua mineral.
Descripción completa:
El Manantial de Peñafiel tiene una hermosa leyenda. En tiempos muy
lejanos se dice que era un lago muy hermoso y de las entrañas de la tierra
saltaba el agua que lo alimentaba, a él llegaban muchas aves de diferentes
colores, mismas que entonaban sus cantos alrededor del lago; algunas anidaban
en los árboles de la orilla, otras en los más cercanos. Contaban que al lado
oriente llegaba un niño muy hermoso caminando en el lago; éste niño tenía alas
por lo que algunas veces se le veía flotar y otras volar. Hacía su recorrido
por todo el lago y llegaba al recodo del cerro donde está el manantial de
Axoxopan. Aquí permanecía algunas horas durante el día, de éste lugar se
levantaba volando hacia el infinito, hasta perderse de la vista de los
pobladores. A la llegada de los españoles ya no existía el lago, pues había
dejado de existir muchos miles de años atrás. Los señores González, de origen
español, al saber de la leyenda, quisieron perpetuar la existencia de aquel
hermoso niño "ángel celestial", según la leyenda conocida en San
Lorenzo Teotipilco. En 1942 imprimieron, en una etiqueta de agua mineral, la
imagen del ángel saliendo del pie del manantial de Axoxopan.
Ubicación: Balneario Egidal de San Lorenzo Teotipilco
El Calvario
Origen: La construcción del convento del Calvario se hizo por
parte de los vecinos quiénes hicieron la solicitud, pero no se obtuvo apoyo
así que el señor Joaquín pago la obra y junto a ella sembraron árboles en
el Jardín Guadalupe, donde cada una tiene historia y nombre.
Descripción Completa:
La construcción antigua del convento del Calvario fue idea del hijo de
Don Juan del Moral, el Sr. Joaquín del Moral Beristaín, quién entusiasmo a
varios vecinos e hicieron la solicitud de licencia, la cual se les concedió el
30 de junio de 1757; en ella se hacía mención de esta construcción y la de las
estaciones o ermitas de la vía sacra.
No obstante el haber obtenido permiso, no recibió apoyo por parte de
quiénes ofrecieron ayuda y de su propio peculio sufragó los gastos de la obra
para no quedar en ridículo, por ello el Señor Obispo de Puebla D. Dongo
Pantaleón Álvarez de Abreu, le concedió el patronato del calvario el 11
de febrero de 1760, esto con facultad para nombrar sucesores.
En la actualidad lo que es la capilla del Calvario o Iglesia de
Guadalupe fue construida por el señor Benito Flores Mejía quién también fue la
persona que sembró los árboles del jardín Guadalupe, dato que fue obtenido de
la Srita. Mary Adame sobrina de éste personaje quién además comento que cada
árbol que está sembrado tiene su propia historia y un nombre pero se
desconocen.
Ubicación: Sobre la calle 3 sur y 17 oriente.
Los príncipes Reales de Japón
Origen: En el Jardín de Zapotitlán donde un grupo de japoneses
lo visitaron para esparcir las cenizas del la Dr. Helia Bravo
Hollins quién fuera una persona muy importante para ellos.
Descripción Completa:
Evento muy importante que ocurrió en medio de un gran dispositivo de
seguridad fue cuando los príncipes reales del Japón visitaron el jardín
botánico con el objetivo de esparcir las cenizas del que fuera su profesor de
botánica, cumpliendo así con su último deseo.
Fue gracias a las investigaciones de la Dra. Helia Bravo Hollins y a su
tesis “Contribución al conocimiento de las cactáceas de Tehuacán"
que el jardín botánico de Zapotitlán Salinas en la Región de Tehuacán adquiere
relevancia mundial hecho que marco el interés de aquel profesor de botánica por
estas tierras lejanas del oriente.
Ubicación: Carretera Federal Tehuacán - Huajuapan a kilómetro y medio de
las salinas.
Saqueo de las Cactáceas
Origen: En la Zona de la Reserva de la Biosfera Tehuacán - Cuicatlán con
un permiso federal un grupo de japoneses se llevaron cactáceas provocando
un saqueo indiscriminado de especies de la zona.
Descripción Completa:
Se cuenta que en la década de los noventas japoneses vinieron a la
Ciudad de Tehuacán a la zona conocida como la Reserva de la Biosfera
Tehuacán - Cuicatlan, con un permiso federal para recoger tres especies de cada
una de las existentes, las cuales son aproximadamente unas 2000 mil diferentes,
con lo que se provoco un saqueo indiscriminado de las cactáceas.
Ubicación: Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán
Las Barbuditas
Allá por
1890 vivieron en la segunda calle del suspiro las señoritas Josefa e Isabel
Rouaix, modistas de profesión, mismas que en esa época fueron muy populares,
primeramente entre la crema y nata de la sociedad por sus magnificas
confecciones realizadas al estilo francés, y también entre el vulgo porque en
su rostro tenían abundante vello, lo que les valió el mote de “Las Barbuditas”.
Además, Isabel era muy chaparrita y Josefa muy alta, y cuando algo o alguien
estaba desproporcionado le decías: te pareces a las Rouaix. Estas populares
modistas fueron tías de Pastor Rouaix, a quien inclusive le costearon sus
estudios superiores en la capital del país.
En la
actualidad la casa está ubicada en la calle 2 norte entre la Avenida
Independencia Norte y 2 Oriente, junto a lo que es el Seguro viejo.
Castillo
Gámez, Luis; et. al.; Imágenes y remembranzas Club Rotario Tehuacán Primera
Edición, Marzo 1996; Tehuacán, Puebla, P.256
La Casa Blanca
Dice la
historia narrada por la señora María de Lourdes López, directora de la
Biblioteca Municipal, persona a la que le contaron la historia ancianos del
grupo del Instituto Nacional de la Senectud (INSEN), que enfrente de los
lavaderos había una casa “La Casa Blanca”, donde vivían un español con su hija,
a quien no dejaba salir a la calle y siempre estaba en su casa. Tenían un mozo
y era la única persona que conocía a la muchacha, ella se enamoro de él y el
mozo de ella, el papá no sabía del romance, pero cuando se enteró, mando
al mozo a que hiciera un hoyo muy hondo al final del patio. Se dice que el patrón
le dio de palos hasta matarlo enterrándolo en el mismo hoyo, la muchacha
lloraba todos los días, mañana, tarde y noche; la gente al escucharla a diario,
empezó a decir; voy a ir por la Calle del Suspiro.
Esta casa
se encuentra frente a lo que conocemos como el Seguro Viejo, en una de las
calles que todavía guarda su nombre original: “Calle 2 norte o Calle del
Suspiro”, la cual comprende desde la 2 norte hasta el Panteón Municipal.
INSEN
actualmente INAPAM por sus siglas Instituto Nacional de las Personas Adultas
Mayores.
López, Ma.
De Lourdes: “Recopilación con los Ancianos de la 3ra Edad (INSEN)
Don Lupito
En el año
de 1833, cuando el cólera morbus hizo su aparición en la ciudad de Tehuacán,
vivía un señor conocido como “Don Lupito”, quien fue víctima de esta terrible
enfermedad.
Dándose por
muerto, fue arrojado a una zanja que se abrió en el panteón de San Juan de
Dios; pero no había muerto, sintiéndose vivo, escapo de entre los muertos y
para no dar una gran sorpresa a su familia, se ausento de la ciudad y al poco
tiempo les escribió, narrando su increíble odisea.
Volvió a
Tehuacán y desde entonces lo conocieron como “Don Lupito el Muerto”, siendo muy
popular por este macabro hecho. En la actualidad aun se encuentra parte de lo
que fue el panteón de San Juan de Dios localizado en la esquina de la calle 2
oriente y siete norte.
Castillo
Gámez, Luis., et.al., Imágenes y Remembranzas, Club Rotario Tehuacán Primera
Edición Marzo 1996; Tehuacán, Puebla, P.256.
El Caballote
El Señor
Valentín Arroyo Jr. Por ser sumamente alto tenía el apodo de “El
Caballote”, este muchacho al oponerse a las tropas de Higinio Aguilar cuando
tomaron a la fuerza la plaza y al saqueo indiscriminado del almacén de ropa la
Barata, donde laboraba, se lo llevaron detenido, queriéndolo fusilar por los
terrenos del Calvario.
Afortunadamente
para él, un gran número de personas lo fueron siguiendo, logrando rescatarlo
con vida. De tal manera que la gente decía, que cuando alguien escapaba de
alguna situación embarazosa “Tienes la suerte del Caballote”
Nagua Blanca
Fue el
cargador de número (porque los cargadores antes usaban una placa del
ayuntamiento con su número, para controlarlos debidamente y para seguridad de
sus clientes) que vino procedente de Altepexi. Usaba un calzón bastante pegado
de arriba y muy ancho de abajo, parecido al pantalón “Balón” que se usó hace
algunas décadas. Todos los chamacos le silbaban o le gritaban por su apodo y
éste contestaba con un prolongado recordatorio materno.
Este
personaje se paraba a esperar sus cargas en lo que actualmente es la Avenida
Independencia Poniente, frente al Hotel México hoy almacenes García antes
puerto de Barcelona.
El catorce fuerzas
Don Arcadio
Hernández, era conocido como “El catorce fuerzas”, de oficio albañil, pero que
ya no trabajaba en ello, sino que deambulaba por las calles cargando bultos y
haciendo mandados, diciendo versos a cambio de unas monedas que le regalaban
las personas, teniendo una infinidad de versos que tal vez improvisaba, uno de
sus versos decía:
“Verdes
limones del río
Rosales de
la cañada,
Dime que
tienes Dios mío
Que no te
consuela nada,
Estás como
flor del rocío
Que siempre
esta marchitada”
El Taxista
Uno de los
aconcetimientos que vino a cambiar la vida de nuestra ciudad fue el hecho que
sucedió el 19 de noviembre de 1991, una de las tragedias que se dieron a
conocer en el ámbito nacional “El Trenazo”. Un accidente que provocó la muerte
a muchas personas, el tren había perdido el control hasta descarrillarse en la
curva de una de las Avenida más transitadas y muy cerca de dos escuelas
primarias, en el momento en que el tren se descarriló provocó la muerte de
muchas personas a su paso; a once años de este trágico acontecimiento, muchas
historias han surgido, algunas de ellas son contadas por taxistas, entre las
más frecuentes destaca la de una mujer que les pide la parada en una parte de
la Avenida de las Américas (lugar de la tragedia) y que al momento de recogerla
unas cuadras más adelante se dan cuenta que ha desaparecido provocándoles
momentos más tarde un gran vómito, al grado de que algunos de ellos han tenido
que ser hospitalizados, enterándose que aquella mujer a la que habían recogido
había muerto en aquel terrible accidente; se cree que puede ser un alma en pena
que no ha podido descansar en paz, o no ha terminado su labor en este mundo.
La Ex – Hacienda San Lorenzo
La Hacienda
San Lorenzo a fines del siglo XIX era propiedad de Don Juan Díaz Ceballos y de
Doña Concepción Esperón Caminero. Era una de las fincas más extensas del
municipio, con 684 hectáreas de terrenos de riego y 178 de bosques, la cual
producía anualmente maíz y trigo, también se sacrificaban 12 mil cabezas de
ganado cabrío.
Se cuenta
que la capilla de la Ex – Hacienda, donde hasta últimas fechas se realiza la
tradicional matanza, a las doce de la noche se abren las puertas y la capilla
hace una rotación de oriente a poniente, y que está protegida por un par de
leones con cara de ángel que salen de noche. Su adorno son unas gárgolas y una
cruz que está rota a causa de la caída de un rayo, en la actualidad la podemos
observar en donde están las ruinas de esta hacienda y podemos comprobar cómo
está ubicada la entrada de la capilla al oriente y al mismo tiempo darnos
cuenta de un dato algo extraño, todas las Iglesias de Tehuacán tienen su
entrada principal hacia el poniente o hacia el norte.
Actualmente
la orientación de las Iglesias en Tehuacan es variada, entre las principales
destacan La Catedral con orientación al norte, El Carmen orientación al
Poniente, San Francisco con orientación al poniente, El Calvario con
orientación al Poniente, San José Obrero con orientación al poniente, Cristo
Rey con orientación al sur, etc.
Catedral, “El Milagro”
Se debe
mencionar que el título de Catedral le fue otorgado hasta 1966 con la llegada
de nuestro primer obispo Rafael Ayala y Ayala. Anteriormente era una capilla
donde solamente se podían recibir los sacramentos por ser una de las
principales en nuestra ciudad, ésta estaba consagrada a la Virgen de la
Inmaculada Concepción y Cueva y de ahí su nombre, alrededor del cual surgen
algunas leyendas sobre su origen, una de ellas cuenta que lo de Cueva, le viene
porque la Virgen fue encontrada por uno de los entonces pobladores de la ciudad
en una cueva del Cerro Colorado, desde entonces surge el culto a ella y la
inmensa fe que tenían todos los pobladores de la ciudad dieron pauta para que
la capilla llevara su nombre “Inmaculada Concepción y Cueva”, mismo que
conserva hasta nuestros días.
Palacio Municipal, “El Mural”
Durante la
década de los ochenta para darle mayor presencia al palacio municipal de
Tehuacán se decide iniciar la obra que hasta nuestros días es símbolo de este
edificio, el mural conocido como “Tehuacán y sus Cinco Regiones”, obra que fue
encargada a los hermanos Luis Ángel, Santiago y Rutilio Carpinteyro Pacheco.
Una historia cuenta que durante los trabajos de pintura de este mural ocurrió
un terrible hecho frente al palacio municipal, mientras ellos trabajaban
presenciaron como fue apuñalado un joven enamorado de una de las hijas de una
familia muy acomodada misma que se presume mando a asesinarlo para evitar aquel
romance. Este suceso fue plasmado por los hermanos Carpinteyro en la parte del
mural que corresponde a la imagen del parque Juárez donde en una banca aparece
una pareja bajo la cual se encuentra una mancha roja simbolizando aquella
tragedia.
Zona Arqueológica La Mesa, “El
Policía”
La zona
arqueológica está situada a unos 5 kilómetros al oriente de Tehuacán, sobre la
parte superior de un cerro donde se forma una meseta o mesa. Se desplanta a una
altura de 1620 m.s.n.m en medio de una vegetación de clima semiárido, desde la
montaña se brinda una inmejorable vista del valle. En este lugar se cuenta una
leyenda acerca de un policía que murió en una de las pirámides, se dice que
cuando este policía estaba dando sus rondines por la zona arqueológica debido a
que se encuentran resguardadas por el Instituto Nacional de Antropología e
Historia (INAH), decidió tomar un descanso pero lo venció un extraño sueño
hasta que al otro día al hacerse el cambio de turno sus compañeros se dieron
cuenta que estaba agonizando y en su agonía mencionaba que unas personas con
penacho le hablaban y danzaban a su alrededor, después de dicho comentario
falleció, se cree que fueron los antiguos popolocas quienes le quitaron el alma
con lo que se provoco su muerte, en la actualidad si se visita esta zona
arqueológica se puede ubicar este lugar al observar la cruz sobre la pirámide.
Es muy interesante conocer un poco de nuestra historia Muy bien......
ResponderEliminar.
Me gustaría saber si hay más leyendas vivo en Tehuacán pero no se casi todo de ahí, en el caso de que falten más podrías ponerlos?
ResponderEliminarmuy interesante.......
ResponderEliminarOk gracias
ResponderEliminarQue interesantes
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